26 sept 2011

Especial de Haruki Murakami

26 sept 2011

12 floritos
Todo empezó más o menos así. Debe haber sido finales del 2006 o inicios del 2007. Estaba conversando en el msn con una amiga, creo que de fútbol, y de la nada me pregunta: “¿Has escuchado hablar de un libro que se llama Tokio Blues?” Y yo me quedé así:

                                        

Sin haber leído nada de él, ya me produjo una sensación de irrealidad total, que se repetiría con los libros que le leería. claro que en ese momento, aún no sospechaba esto. Y mi sorpresa fue tan grande porque era la primera vez en todos los años que conocía a esta chica, para mayor casualidad de simpáticos rasgos orientales, que ella mencionaba la palabra “libro”. Ante mi silencio virtual, insistió “es de Haruki Murakami”. Y yo ¿ah?, ¿cómo se escribe eso?, mientras trataba de ponerlo en Google. “Es que escuché de que trataba el libro y me llamó la atención, como tu vendes libros, ¿no sabrás donde encontrarlo?”.

Ya no quería quedar tan mal, así que salí a la calle para esta extraña búsqueda. Entré a una de esas librerías elegantes de un distrito de gente adinerada. Pregunté por la novela y el vendedor me pidió que lo siga. Descendimos a la profundidad de un sótano, oscuro como un pozo, donde estaba la sección de literatura internacional y ¿qué veo?: Un gato, o mejor dicho su foto. “Es lo único que tenemos ahora”. Kafka en la orilla. El precio era casi inmoral.

Luego de comunicarle a mi amiga el fracaso, ella “desapareció” por unos años. Pero su recuerdo no. Y menos el del libro. Hasta que nos encontramos en una feria de la universidad (con el libro) y por fin conocí los Maxi Tusquets. El libro seguía siendo caro, pero ahora era mucho más accesible. No sé porqué me lo había imaginado un ladrillo de 800 páginas. Me sorprendió verlo pequeñito y con la portada de un chica de espaldas, tan inofensivo.

Tiempo después me compraría por fin Tokio Blues. En los días que lo leí me desconecté del mundo por momentos, atrapado por la historia. Me quedé con muchas ganas de seguir disfrutando a este autor, pero estaba más misio que el chavo. Felizmente la biblioteca salió en mi auxilio: primero sería After Dark y luego Sputnik mi amor. Ninguna me gustó tanto, me chocaron un poco las partes medio oníricas, aun no me había acostumbrado al particular estilo del autor, pero igual disfruté su lectura. Chequeando su web, descubrí que muchos de sus textos no habían sido traducidos al castellano, pero casi todos los comentarios coincidían en una cosa: el mejor de sus libros era Crónica del pájaro que da cuerda al mundo.

Cuando tuve la oportunidad de disfrutar esta novela, tuve –aunque suene exagerado– la sensación de entrar a un mundo completamente nuevo. La comparación con las películas de David Lynch es acertada. Desde ahí ya no pude parar. Vinieron La caza del carnero salvaje y Kafka en la orilla, los dos geniales si te gusta el estilo, buenísimos, que solo hicieron que me guste más y más este escritor. Y para bajarla, después la seguí con Al sur de la frontera, al oeste del sol.

Luego de un buen tiempo, me encontré con mi amiga la chinita ¿me creerían si les digo que había viajado a una isla griega? Quizás no. Mejor sigamos con los libros de Murakami:

                              
La caza del carnero salvaje (1982): Pastrulada atrapante. Una mujer que atrae con las orejas, extraños individuos y la búsqueda de un carnero que aparece en una fotografía son los ingredientes que hacen de esta novela una increíble aventura que tiene siempre interesado al lector.

Tokio Blues (1987): El primer amor. Pocos personajes, un lenguaje sencillo, una trama aparentemente simple, pero que transmite una calidez y una melancolía únicas que hacen que por momentos nos olvidemos de los que nos rodea y podamos sentir y sufrir los problemas de Toru, Naoko y Midori.

Al sur de la frontera, al oeste del sol (1992): Aquí el autor nuevamente explota su veta intimista y extiende más el alcance de la historia, narrándonos la vida del protagonista desde la niñez a la adultez y como fue conociendo el amor de tres mujeres y como fue afectando esto su vida.

Crónica del pájaro que da cuerda al mundo (1995): Su mejor libro. Surrealismo al máximo. Droga pura directo a la vena. Lo que empieza con la búsqueda de un gato, se convierte en una búsqueda cada vez más compleja, que no se llega a entender del todo, pero si a disfrutar mucho. Tantos símbolos (agua, pozo, pájaro que da cuerda), escenas crudas, absurdas, cabos sueltos y las más disímiles expresiones del comportamiento humano lo hacen un libro casi imprescindible.

Sputnik, mi amor (1999): Una especie de libro mixto, bisagra entre las novelas más introspectivas-románticas del japonés y su estilo más alucinado y fantástico. Pasa rápido, y aunque tiene partes logradas, por momentos perdía el interés. Quizás haga falta una releída.

Kafka en la orilla (2002): ¡Extraordinaria!, me encantó. Aunque de menor complejidad que Crónica del pájaro…, esta novela tiene todos los elementos que hacen que Murakami sea tan adictivo. A pesar que no se entiende mucho de lo que sucede y de las motivaciones de los personajes, uno sigue leyendo, completamente abstraído por saber que sucederá.

After Dark (2004): Un libro bastante sencillo, del que quizás esperaba más. Me gustó el detalle de los relojitos y la siniestra escena de la chica y el televisor pero, como Sputnik mi amor, fue de los que menos me impactó.

Bueno, hay muchísimas cosas más que se podrían hablar del genial ponja, pero prefiero escucharlos a ustedes (y si te quedaste con ganas puedes checar Especial de Murakami - parte 2)
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22 sept 2011

10 consejos para comprar libros

22 sept 2011

22 floritos
Nuestro mercado local de libros es reducido. En las grandes tiendas los precios son estratosféricos y además no siempre se encuentra lo buscado. Por eso hay que tratar de aprovechar ofertas alternativas y comprar en los pequeños stands ambulatorios, librerías de viejo y locales informales, ubicados sobretodo en el centro de la ciudad. He buscado hasta el cansancio en google algún comentario sobre tips o consejos sobre cómo comprar libros, pero solo hay de libros electrónicos o de comprar por Internet y no de compras a la antigua, como si ya nadie comprara al estilo old school. Ni siquiera, una parodia al respecto.

Así que ahí va la mía:


Guía de supervivencia local para comprar libros

1. Investiga. Antes de mandarte de cacería, averigua todo lo que puedas sobre tu víctima. Editorial, año, ciudad, número de páginas, color de la tapa, etc. Así te será más fácil encontrarlo sin tener que preguntar y será más difícil que te estafen. Y, gracias a Internet, puedes entrar a los catálogos de las librerías y ver el precio, así sabes cuánto es lo que no tienes que pagar. A partir de ahí hay que pensar en conseguirlo más barato.

2. La apariencia es importante. No vayas como piraña, van a pensar que entras a robarte algo, ni tampoco vayas con nada que llame mucho la atención, hay que pasar desapercibido. Anda con ropa limpia (aunque se vaya a ensuciar) y bien cuidada. Lentes de carey y morral son recomendables accesorios. Quizás hasta te confunden con otro que sí es un buen comprador (varios usan lentes de carey y morral).Y si además te ven cargando bolsas con libros, pensarán que eres un comprador compulsivo y te van a adorar. Claro, puedes llevar algunos libros viejos de tu casa en una bolsa como para confundir al rival.

3. Anda en el momento adecuado. Lo mejor es ir en la noche, un poco antes del cierre (la gente va menos). Los vendedores ya están cansados, quieren irse, pero normalmente quieren terminar vendiendo algo para acabar el día. Y no dudan en hacer una rebaja para ello. El mejor momento del año para comprar es el verano, sobretodo enero-febrero cuando todo el mundo está en la playa y las librerías están vacías. Además en las primeras semanas de enero, después de la resaca del año nuevo, todo el mundo para misio. Van a esforzarse para que te lleves sus libros. Otro buen momento es durante las ferias de libros grandes. En esa época, las librerías de viejo parecen pueblos fantasmas.

4. Invierte tu tiempo. Ir con prisa puede ser fatal. Busca bien. Súdala. Camina. Compara. Persevera. No te confíes pensando “nah, en esa tienda que se cae a pedazos no creo que lo encuentre”. En el hueco menos pensado está lo que buscas. A veces hay que tragar polvo y ensuciarse las manos. Y darse vueltas y más vueltas.

5. Evita hacer preguntas. Sé sutil. Hay que evitar preguntar directamente por un libro. Te acercas al puesto, tranquilo, mirando distraído, sin apuro, paseando la mirada por los volúmenes despreocupadamente. Nada de emocionarse ni celebrar, si encuentras el libro que llevabas buscando años.

6. Evita responder preguntas. “Amigo, ¿qué estás buscando?” o “¿Lo ayudo en algo?” son clásicas. Hay que ser educado, pero sin dar pie a mucha conversa. A veces, lo mejor es responder solo con una sonrisa. Lo importante es no dar muchas muestras de interés (ver punto 5). Algunos libreros son particularmente habladores. Y pueden marearte y hacer que te termines llevando algo que en realidad ni querías. Cuidado con ellos.

7. Si vas a preguntar, no lo hagas directamente. Cuando uno encuentra algo que le interesa, a veces lo mejor es preguntar por otro libro que esté cerca. Te dirán el precio. Déjalo con desinterés. Pregunta por otro. Te dirán el precio. Vuélvelo a dejar con desinterés (repetir estos pasos al gusto). Hay que cansar al vendedor y marearlo un poco. Temerá que te vayas sin que nada te guste. Ahí pregunta por el que te gusta. Es muy probable que, para que te vayas comprando algo, esté más dispuesto a hacerte una rebaja. Hay que “frustrarlo”.

8. Encuéntrale peros. Cuando te lo muestre, decirle que la letra está muy chica, que la tapa está desgastada, o que el lomo está maltratado, si se trata de un libro usado, claro. Si se dice de buena manera y que parezca natural, es probable que tenga como colofón la frase “te lo dejo a X para que te lo lleves”.

9. En caso de emergencia, usa refuerzos. Si bien ir a comprar solo parece lo más cómodo, lo bueno de ir a comprar con otra persona es que puede ser un argumento extra a tu favor. Si el vendedor, ante tus dudas fingidas, te insiste con el precio o con que es una obra maestra, un acompañante bien entrenado puede bajárselo diciendo “No te lo compres, va a salir una nueva edición”, “Lo leí y es aburridísimo” o cosas por el estilo. ¿Y si estás solo? Agarra tu móvil y haz la “llamada fantasma”: “Aló, Hola X. ¿qué tal?... Acá, viendo libros … acabo de encontrar el último de X … ¿Qué lo están rematando en dónde? Asuu, que buen dato, gracias… Claro, claro, voy para allá”. No pierdes nada intentando, jaja.

10. La parte del dinero. Ya para finiquitar, siempre se puede meter una última dosis de pressing, por si acaso. 32 soles se pueden convertir en 30 o 29 en 27. “Y si me llevo los dos a cuanto lo dejas”, “Mmmm, creo que no me alcanza” o un simple gesto de escepticismo o duda pueden concluir en una redondeada de precio.

11. Trata bien al vendedor. Para cerrar, agradécele cortésmente. Piensa que es muy probable que regreses. Nunca le digas que sus precios son un robo (aunque sea la verdad). Y tampoco hagas preguntas cojudas como “¿Dónde consigue los libros tan baratos?”. Lo mejor que le puedes decir es que te gusta mucho su tienda y que vas a volver (aunque sea mentira). Ser librero puede ser un oficio difícil. Si no te gustan los libros, te aburrirás en medio de ellos. Y si te gustan, es aún peor porque a veces se sufre con cada uno que te abandone. A veces creo que lo mejor es no comprarlos, ni venderlos, solo leerlos. Eso sí, siempre.

Imágenes: cortesía de http://jacintoellibrerodeviejo.blogspot.com/
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18 sept 2011

Nos vemos en Purgatorio - Ani Palacios

18 sept 2011

4 floritos
Algunos escritores peruanos ya han tocado temas relacionados a la vida de los inmigrantes en EE.UU, como por ejemplo El corrido de Dante de Eduardo Gonzáles Viaña o algunos cuentos de Daniel Alarcón. Se une al club Ani Palacios, con Nos vemos en Purgatorio, novela que ganó el International Latino Book Awards, en la categoría Aventura o Drama en Español haciéndole morder el polvo de la derrota a Coelho (¡arriba Perú! jaja). Un resumen de la trama lo pueden leer aquí.

El libro es rápido, de capítulos cortos y se lee al toque, a pesar que la narración es no-lineal. Hay algunos detalles que nunca terminé de entender: ¿por qué los pensamientos de los personajes aparecen en cursiva? ¿O porqué el narrador usa tantos diminutivos (chiquito, gordito, negrito, rapidito)?. La prosa del libro en general es muy sencilla, parece que escucháramos una conversación de sobremesa familiar , donde una tía que se fue a los Estados Unidos nos cuenta sus anécdotas.

La historia juega con los tiempos y cuenta la historia de varios de los personajes en desorden. Así, nos enteramos como llegó Maria Alicia a la oficina, y para empezar como llegó a EE.UU., o el origen del alejamiento entre su esposo y su mejor amiga, etc. Un punto a favor es que van soltándose de a pocos los secretos de los personajes lo que hace que aumente la tensión.

Pero, el problema es el estilo. Y es que la autora nos dice directamente como son sus personajes, no lo muestra, no sugiere. Nos dice textualmente que para la protagonista María Alicia "el periodismo es una pasión" (p. 10), pero no hay mayores indicios de que así sea. A mí más me pareció que la religión era su pasión, porque este personaje muchas veces está rezando, arrepentida o en la iglesia. La prosa también abusa de algunas frases cliché, como muestra un botón: critica que uno de los personajes actúa incorrectamente "(...) a pesar de ser intelectualmente superior y educado hasta con una maestría de administración de empresas" (p. 67). No te paaaases.

Y es que no solo hay frases cliché, sino también imágenes cliché: comparar lo que siente uno de los personajes con lo que sintió la chica de Titanic (wtf??). Nunca tanto. Pero quizás lo más cliché de todo sea la propia trama de la obra (o una de ellas al menos): chica entra a un nuevo trabajo, se enamora del jefe, que es bueno y guapo, y la protege de las envidias de sus compañeros (¿¿no había ya una telenovela de eso con Lucía Méndez???). Por supuesto, esto se ve complementado con el zoológico clásico de un centro laboral según las telelloronas: el chistosito de la oficina, la chismosa (me hizo acordar a la Pelangocha de "Mi secretaria"), el malo malísimo que hará todo por fregarle la vida a la chica buena... Será tal vez porque la autora es hermana de Rosa María Palacios, no sé, pero pareciera que hay mucha influencia de la televisión en el libro, lo que naturalmente no es malo en sí. Sin embargo, es extraño (spoilers!) que existan tantas intrigas en un empleo y luego se den tiempo para hacer orgías ¿En qué momento trabajan en esa empresa? ¡¡Yo quiero esa chamba!!

Un punto aparte es el tratamiento del lenguaje. En una novela sobre inmigrantes, pensé que, quizás, se podrían usar distintos estilos de español, de acuerdo a la región. Un poco como en Los detectives salvajes o en otros textos de Bolaño, donde se puede casi escuchar a mexicanos, chilenos, uruguayos y hasta peruanos hablando el castellano con todas sus particularidades. Sin embargo, en esta obra, tanto Katty (la filipina) como Fernando (el mexicano) hablan igual que la protagonista peruana.

Creo que también estaban de más los títulos de los capítulos. La mayoría tiene frases bien telas. Algunos como "Si acabo de hacerte jaque mate ¿por qué estoy tan triste?" o "Todo se paga en esta vida" parecen los nicks de msn de alguna amixer despechada.

A pesar de todas las falencias, a mí si me dieron ganas de saber el final de la historia. Los giros de la trama son chéveres, quizás para otros sean un poco predecibles, pero los triángulos y cuadrados amorosos siempre tienen algo de efectividad. Además, es su primera novela.

Opiniones que están en completo desacuerdo conmigo:
El Comercio
Somos
La República
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